Bajo el milenario acueducto, en un momento como este, nos hemos reunido como una sola voz en asamblea popular. Somos ciudadanos indignados, sin cara, sin identidad política ni sindical, que respondemos voluntariamente con un movimiento espontáneo, pacífico y, sobre todo, necesario.
Esta reacción nace de las ganas de cambiar el estado actual de las cosas. Asimismo, surge como respuesta a la situación social provocada por la tensión política y gubernamental que sufre este país en medio de la crisis global, económica y de valores, que crea el deterioro del bienestar de la ciudadanía.
Porque lo que es ley, tiene que ser ley para todos.
Por este motivo, EXIGIMOS:
Una serie de medidas que cambien el rumbo del país, entre ellas:
- Una reforma de la ley electoral que permita la igualdad en el valor de los votos, porque la actual no representa la realidad democrática.(ejemplo: La ley D´Hondt junto la ley de circunscripciones provinciales un voto en Barcelona vale menos que uno en Segovia).
- Una aplicación real de los derechos fundamentales como son el trabajo, la vivienda, la educación y la sanidad. Basta ya de supuestas reformas laborales que facilitan a los empresarios explotar a trabajadores y los despidos indiscriminados. Basta de privatización de servicios básicos como la luz, el agua y el gas. Pedimos mayores inversiones en educación, i+d+i, sanidad y medio ambiente. Y más ayudas a emprendedores.
- Separación real de los tres poderes: ejecutivo, legislativo y judicial.
- Facilidades para la participación ciudadana en la vida política. Y transparencia total de la administración de los fondos públicos.
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